SIN PERFUME


Sabemos que los perfumes  transforman el acto de respirar  en un verdadero placer que activa emociones muy agradables, que a su vez influyen muy positivamente en nuestro ánimo y salud; Pero también sabemos que muchos perfumes, por muy ricos que nos puedan oler, provocan rechazos biológicos como mareos, nauseas, migrañas, cuando no poderosas crisis inflamatorias  o diferentes reacciones en la piel, que unas veces relacionamos con estos y otras no.  No lo olvides, detrás de una reacción biológica hay un aviso...

Hasta el siglo XIX los perfumes eran una mezcla de esencias naturales obtenidas de flores, frutos, semillas, maderas, resinas, grasas vegetales y animales, pero los perfumes y fragancias que se fabrican hoy en día, que no están certificados como 100% naturales y bio,  poco tienen que ver con aquellos. La mayorías de los actuales están elaborados a partir de hidrocarburos, aldehídos, cetonas, ésteres alifáticos y aromáticos y conservados con sustancias tan peligrosas como los ftlatos. Muchas de estas sustancias poseen reconocidas propiedades irritantes o alergénicas, tanto por contacto como por inhalación,  otras están clasificadas como carcinógenos y/o como degenerativas del sistema nervioso e inmune, como el  benceno, el formaldehído o el lindano. Lo peor de todo es que escondida tras la patente de la marca puede hallarse cualquiera de estas sustancias sin aparecer declarada como ingrediente porque, desgraciadamente, todavía tienen más derecho las empresas a su “secreto profesional” que las personas a la salud.

 

Además de las sustancias sintéticas, los terpenos de algunos vegetales también pueden pueden producir alergias, por ello cuando alguien ya está sensibilizado a las fragancias debe extremar las precauciones y utilizar productos sin ningún tipo de perfume; pero además es muy importante vigilar que no contengan conservantes, colorantes ni estabilizante procedentes de hidrocarburos, aldehídos, cetonas, ésteres alifáticos y aromáticos ni otras sustancias sintéticas dado que la mayor parte de las fragancias  son eso mismo.  
Los productos denominados hipoalergénicos aunque no lleven perfumes, ni alcohol pueden contener este tipo de sustancias. 

 

(Personalmente, además de padecer SQM he dado positivo en las pruebas de alergia a fragancias que me ha hecho el alergólogo, aún así utilizo productos con perfume de todas nuestras marcas bio. En mi caso son los hidrocarburos organoclorados y aromáticos y los aldehídos - lleven nombre de perfume, de pintura, de disolvente, insecticida, de coche nuevo,  o de mueble de cocina - los que mi cuerpo tolera peor)